Los trabajadores agrícolas mexicanos en Canadá -esclavismo del siglo XXI-

A continuación posteo el artículo publicado en la Jornada el domingo 11 de abril sobre los trabajadores agrícolas mexicanos que viven en Canadá y doy respuesta a la situación en que viven.


En riesgo constante agrícolas mexicanos que laboran en Canadá

La mayoría retornan sin recibir atención médica y en México tampoco reciben tratamiento.

La Jornada On Line
Publicado: 11/04/2010 08:22

México. Quienes participan en el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales México-Canadá (PTAT) corren riesgos sanitarios y de salud de manera constante, dijo en la UNAM, Jenna L. Hennebry, de la Universidad Wilfrid Laurier.

Por ello, recomendó que los empleadores registren a sus asalariados en el sistema de salud local para evitar ponerlos en condiciones de vulnerabilidad extrema.

La mayoría de los emigrantes mexicanos emprenden el camino de regreso a casa enfermos o lastimados, sin haber sido atendidos debidamente en Canadá. La situación se complica al llegar a México, donde tampoco reciben el tratamiento requerido.

Quienes participan en el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales México-Canadá (PTAT) corren riesgos sanitarios y de salud de manera constante, fenómeno que debería ser abordado desde una estrategia transnacional, porque esta problemática no conoce fronteras, expuso en la UNAM, Jenna L. Hennebry, de la Universidad Wilfrid Laurier (WLU, por sus siglas en inglés).

El índice de participación de mexicanos en el PTAT ha crecido de manera constante en función de la demanda canadiense de mano de obra. En 1974, se inscribieron 203 trabajadores, y en 2007, laboraron en Canadá más de 14 mil al amparo de este programa.

Además, entre enero y marzo de 2008, participaron cuatro mil 769 personas, cifra superior a la registrada el año anterior en el mismo período, que fue de cuatro mil siete.

Al dictar la ponencia Entrar bajo su propio riesgo: migrantes mexicanos agrícolas en Canadá, señaló que el estatus extranjero del trabajador y su acceso a los servicios de salud se encuentran íntimamente ligados.
Por ello, es recomendable que los empleadores registren a sus asalariados en el sistema de salud local para evitar ponerlos en condiciones de vulnerabilidad extrema.

“Debemos pensar en cómo proteger las garantías individuales y la salud de los trabajadores temporales, porque en ocasiones éstos no cuentan siquiera con la protección de su nación”, apuntó.

Por ello, propuso crear un sistema que reporte problemas, accidentes o abuso cometidos contra esta población, porque en este rubro hay un gran hueco y los mexicanos no se sienten representados por su consulado.

“También es indispensable mejorar las condiciones de vivienda, laboral y de salud, e impartir clases de inglés y entrenamiento en campos que vayan más allá de lo agrario, así como hacer que se inscriban y permanezcan en la escuela”, indicó.

Recordó que los migrantes mexicanos no sólo se arriesgan al participar en el Programa Temporal, sino que el largo periodo de separación de sus familias y comunidades los hace susceptibles a enfermedades mentales, tensión e inclusive violencia doméstica.

El PTAT, que opera desde 1974 por un acuerdo entre los gobiernos de México y Canadá, debía de permitir el flujo migratorio ordenado y brindar certeza sobre las condiciones de trabajo y derechos laborales; sin embargo, esto no se cumple a cabalidad, apuntó.

A su vez, advirtió que los trabajadores no pueden cambiar de empleador, aunque éste cometa abusos. “No tienen otra opción, y menos si lo que buscan es regresar a México”.

La especialista del Departamento de Sociología de la WLU destacó que el gobierno canadiense se está concentrando en un nuevo programa y poniendo de lado al PTAT. “Este esquema contempla menos reglas, pero más explotación de los trabajadores”.

“Debemos establecer una dependencia trasnacional conformada por inmigrantes, empleadores, gobiernos y comunidades para mejorar la salud ocupacional y seguridad laboral, ya que la migración temporal se está expendiendo en el ramo ocupacional”, concluyó.

A continuación doy respuesta a la ponencia ejemplificando los problemas que enfrentan muchos de nuestros paisanos.

1.- Primero quiero aclararte que yo vivo en la provincia de Québec y colaboré con un asociación -un sindicato llamado TUAC- y con una ONG que da servicio a los inmigrantes.

2.- El Acuerdo firmado en 1974 entre México y Canadá está mal fundamentado y cada país saca provecho del convenio.

a) Por una parte, el consulado de México en Montreal lo ve -el trabajo de los migrantes- como un gran negocio por la cantidad de divisas que son enviadas al país y por el otro el gobierno canadiense provee los "elementos necesarios" para que los agricultores aprovechen esta mano de obra "dócil"y trabajadora.

b) La mayoría de los granjeros o propietarios de tierras -canadienses- no hablan español, así como los mexicanos no hablan francés -respecto a la provincia de Québec- y unos pocos se comunican en inglés. La comunicación entre el propietario y los inmigrantes es corta y limitada, ya sea para solicitar un vaso con agua, para decir estoy cansado, para ir al médico, etc
El gran problema radica cuando los trabajadores sufren alguna lesión, pues el "patrón" guarda celosamente todos los artículos personales -pasaporte, tarjeta de salud, permiso de trabajo- de cada uno de sus trabajadores, esto es ilegal, sin embargo una vez que los migrantes llegan al aeropuerto, sus documentos son "confiscados"; si algún trabajador se llega a lesionar, es difícil poder comunicar la urgencia -algunas de las granjas han contratado latinoamericanos que llevan mucho tiempo viviendo en Canadá, pero son pocas las que tienen esta posibilidad-; así que no son atendidos.

c) Los horarios de trabajo no son respetados -pues en algunas granjas llegan a trabajar de las 6:00 hasta las 20:00 de lunes a sábado y el domingo de 6:00 a 12:00-, el trabajo agrícola en Canadá respresenta para los migrantes mexicanos la posibilidad de sostener a su familia con salario mayor al que perciben en nuestro país -pues es con este ingreso con el que compensan su inactividad laboral o su poco ingreso-; pero tienen que pasar por humillaciones, limitaciones y una forma de trabajo semi-feudal o de esclavismo del siglo XXI*.

* Como ejemplo se encuentra el escueto reportaje que hizo televisa en el año 2007 en la granja Majorie una de las más conocidas en la zona de Laval, Quebec, Canadá.

3.- El año pasado, el gobierno canadiense impuso a todos los migrantes mexicanos la pertenencia de una visa de turismo; este hecho vino a complicar el acuerdo de los trabajadores, pues la obtención de la visa de trabajo fue muy retardada -además del problema que causó el manejo de la crisis epidemiológica de la gripe-; es decir que muchos trabajadores no pudieron salir del país.

La visa de trabajo "otorga derechos y obligaciones" -por ejemplo muchos mexicanos no saben que tienen derecho al seguro de partenidad (es decir, que si la esposa de un trabajador da a luz a un hijo en el tiempo que eél se encuentra trabajando en Canadá, tiene derecho a una compensación monetaria, en caso de haber trabajado los años precedentes y que no lo haya cobrado, lo puede hacer, pero los dueños de las granjas jamás les informarán de esos beneficios); el seguro médico -del cual se les descuenta un porcentaje en su trabajo-, etc.

4.- La mayoría de los trabajadores agrícolas mexicanos que laboran en Canadá son amenazados para no afiliarse a los sindicatos, asociaciones, grupos, etc como la llamada TUAC -por sus siglas en inglés Trade Union Advisory Committee- Trabajadores Unidos de la Alimentación y el Comercio; es uno de los sindicatos más fuertes en América del Norte. Ya que son vigilados por los "capataces" de las granjas. De hecho uno de los requisitos para afiliar al sindicato es tener el 50% de firmas de los trabajadores.
El salario de un trabajador agrícola es de 9.50 dólares canadienses la hora menos al de un trabajador sindicalizado que es de 12.50 dólares canadienses la hora.

5.- Las supuestas "residencias" -que es uno de los requisitos que solicita el gobierno canadiense a los granjeros- son pequeños cuartos donde viven hacinados hasta 5 personas, con camas dobles o triples y que no tienen mucha higiene, requieren de electricidad y de aire acondicionado.

6.- La ubicación entre las granjas y los centro comerciales es lejana, por cual, muchas veces los mexicanos pierden tiempo para hacer sus despensas. De igual manera no tienen teléfono para llamar a sus familiares -por lo que tienen que utilizar las viejas bicicletas que les son "prestadas"- y recorren grandes distancias.

Para algunos, es realmente un calvario encontrar una tienda, un teléfono, una clínica, etc.

Bueno esa es la situación de inestabilidad e inseguridad que viven la mayoría de los migrantes agrícolas mexicanos en Canadá.

Recibe un cordial saludo.

Omar Sergio Valladares
Lévis Quebec, Canadá.